Más importante que lo que nos prometen, es saber por qué nos lo prometen y qué garantías tienen de poderlo llevar a buen término. Prometer es muy sencillo, sirve incluso para engañar, por eso hay que escuchar lo que lleva dentro, las opciones de que aquello que se dice no sea simplemente humo.
Con el humor, sin duda, también se pueden decir verdades, como hizo Ramón en esta viñeta.