Los trabajadores autónomos están siempre en el punto de vista como una actividad laboral de muy bajo coste, de incierto futuro en la jubilación, de ser actividades casi negativas en sus resultados económicos. Y la verdad es otra, aunque en las últimas décadas en España nos hayamos equivocado por las sucesivas crisis de empleo, en valorar o poner en valor real el trabajo de los autónomos.
Lo primero que hay que decir es que aquí como en otras muchas ocasiones, generalizar es el primer error. hay autónomos que sacan un excelente rendimiento a su trabajo, y otros malviven en el presente y en el futuro a través de unas cotizaciones bajísimas.
A veces un trabajador autónomo no está bien asesorado, incluyo aquí a otros autónomos o a amigos que hacen de asesores, y pagan muy poco a la Seguridad Social, intentan trabajar en B, no quieren llevar una contabilidad profesional para saber en tiempo real cómo funciona su actividad.
Otros autónomos en cambio, además de estar bien asesorados, cobran un alto precio por sus servicios y trabajos, cotizan entre Bien y Muy Bien a la SS, no le importa pagar impuestos pues saben que estos los pagan sus clientes con el precio, e intentan no trabajar en B casi nunca.
La diferencia entre ambos modelos están en el Precio Hora de lo que cobran por su trabajo autónomo. Y un trabajador autónomo puede cobrar lo que estima oportuno. Sus tarifas son suyas. Y sus horas deben ser de 60 minutos.
Enseguida me diréis que no tengo ni puta idea y que no se pude cobrar más de lo que se cobra. Que la competencia es brutal, etc. etc.
¿De qué oficios hablamos? Si un trabajo en Autónomo no es rentable, hay que abandonarlo. Hay que buscar otras opciones. Hay una lista amplia de trabajadores autónomos que pueden estar cobrando unos 400 euros por hora. Y son muchos más de lo que nos imaginamos.
No estoy diciendo que eso sea así en todos los casos, sino que podemos tener un listón en un lugar diferentes al que nos creemos. Y eso trata de saber elegir la profesionalidad.
Hay otros errores tan graves como cobrar poco por tu trabajo. No cuidar tu salud física o mental a través de jornadas 24 por 7. No tener unas cotizaciones importantes. No estar al día de las innovaciones en tu sector y seguir formándote. No saber gestionar los tiempos de manera eficaz. No entender que los tiempos de desplazamiento son tiempos que inviertes. No atender bien a los clientes simplemente de una forma profesional No tener asesores contables que avises de los desfases. No saber delegar o decir NO. No utilizar la publicidad propia para diversificar clientes.
Ser trabajador autónomo es tanto como hablar de muchas decenas de oficios diferentes. No todas tienen los mismos problemas ni miserias. Por eso es fundamental saber esto con anterioridad antes de hacerte autónomo. Analiza el oficio, sus servicios, su rentabilidad, y si no funciona bien, no lo hagas. NO ES OBLIGATORIO ser trabajador autónomo en un oficio determinado. Busca otras opciones.