Ser libres es de responsables. No es sencillo


Esta frase puesta en una pared, ya vieja y raída, nos habla de la libertad individual. Debe ser así, sin duda, en un país libre. Debería ser siempre en todo tipo de sociedades, aunque sepamos que no es así en todas.

Pero a su vez tenemos que admitir que toda libertad conlleva una responsabilidad por su uso. Es interesante esto, pues el precio no es tanto. Pero existe en todas las sociedades, aunque no lo admitamos, no nos guste.

Puedes vestir como quieras, pero eso supone que el resto de compañeros de vida, todos los que nos rodean por todos los sitios, también tengan su propia libertad para entender lo que nosotros hacemos; y admitirlo o no, de una manera o de otra. Nunca eso sí, ni con presiones ni con violencias por mínimas que estas sean.

Es su propia libertad, que nunca debemos suprimir a costa de nuestra libertad.

Sin ninguna duda el respeto es fundamental, básico. De todos con todos. 

Y la responsabilidad es de todos nosotros. No somos niños y no tenemos que esperar a que nos digan "no", sino detectarlo con inteligencia social.

Tenemos que admitir con respeto cualquier forma de ser, que sin salirse de las leyes, cada uno tome con su vida. Pero esta persona tiene que asumir que cada decisión tiene un coste en el corto, medio y largo plazo. Es Ley de Vida. 

El segundo enunciado de la frase del cartel habla de sexo. Y sí, el sexo también tiene un precio aunque no nos lo creamos. Hoy es mucho más habitual cambiar de pareja en algunos casos casi a diario, tanto hombres como mujeres, y eso, que nos parece mentalmente gratuito… no lo es. Vamos dejando marcas con nuestras decisiones libres.

En las otras personas y en nosotros mismos. 

Podemos seguir siendo libres, este texto NO habla de presionar para que cambiemos nuestras decisiones, sino de saber que todas ellas, todas, tienen sus consecuencias. Sobre todo en nosotros pero también sobre los demás.