Fabuloso Forges, siempre tocaba el timbre donde se debía. Eran los años 60, en plena Dictadura y ya se insinuaba que mucho hablar, mucho teatro, pero poca chicha. Ya entonces se trataba de vender, fuera lo que fuera, y pocas veces de resolver o de ser sinceros. No hemos mejorado mucho.
Entremos con piano en la parte nostálgica
Fabuloso Forges, siempre tocaba el timbre donde se debía. Eran los años 60, en plena Dictadura y ya se insinuaba que mucho hablar, mucho teatro, pero poca chicha. Ya entonces se trataba de vender, fuera lo que fuera, y pocas veces de resolver o de ser sinceros. No hemos mejorado mucho.