¿Qué papel se le espera en el futuro a China?


Este titular es del año 1972, cuando China nos parecía al mundo occidental un país comunista, pobre y sin capacidades de mucho, excepto en el plano militar. Han pasado más de 50 años y el titular es premonitorio. China ya es una gran potencia económica y en todos los niveles de investigación, de urbanismo, de funcionamiento, exportador e importador de turismo, y una gran potencia industrial sin haber entrado todavía en una globalización controlada para que no perturbe en exceso su mercado libre.

La potencia industrial de China es tremenda, dominante en la manufactura a gran escala, con una política industrial muy activa y en un enorme crecimiento y un acceso a un mercado interno tremendo que va en aumento. Pero se enfrenta a desafíos para avanzar hacia sectores de mayor valor añadido: debe reducir su dependencia de la mano de obra barata y abordar las preocupaciones ambientales, aunque este tema lo hará cuando a ella le parezca más correcto para su crecimiento.

China es el líder mundial en la producción de una gran variedad de bienes manufacturados, desde electrónica y maquinaria hasta textiles y juguetes. Su ventaja competitiva se basa en bajos costos de producción, cadenas de suministro eficientes y acceso a un mercado interno que le garantiza un suelo de consumo muy importante.

China es ya el mayor productor de automóviles del mundo y también un importante productor de vehículos eléctricos y todos sus componentes. La industria automotriz china está experimentando un rápido crecimiento en la producción de vehículos autónomos de gran calidad en todos sus aspectos, incluidos el diseño.

La industria de la construcción en China es la más grande del mundo, impulsada por la rápida urbanización y la demanda de infraestructura para poder realizar todo tipo de obras en muy poco tiempo. Las empresas constructoras chinas están también expandiendo su presencia en mercados internacionales, sobre todo a base de maquinaria de construcciones.

China es el mayor consumidor de energía del mundo y un importante productor de electricidad a partir de carbón, energía hidroeléctrica y energía nuclear, pero sabedor de que el carbón debe orillarlo, está invirtiendo muy fuerte en energías renovables, como la energía solar y eólica, y en la investigación de nuevos modelos de energía sobre todo eléctrica.

China está realizando importantes inversiones en investigación y desarrollo tecnológico, y sus empresas están compitiendo cada vez más en sectores de alta tecnología como la inteligencia artificial, la robótica y las telecomunicaciones. Una vez que ha logrado aprender, sigue un modelo de formación profesional amplia a todos sus sectores, que se multiplica exponencialmente.

En estos momento, China ya es el mayor productor de productos químicos del mundo, de metales diversos, de todo tipo de textiles y similares, y de alimentos procesados para su propio mercado, pero también para la exportación.

Es verdad que su modelo está siendo copiado, y que en la actualidad se enfrenta a una creciente competencia de otros países cercanos, como India o Vietnam, que también están desarrollando sus propios sectores industriales. 

Y que todavía depende en gran medida de las exportaciones para crecer, y de poder mantener unos sueldos relativamente bajos en sus sectores productivos más básicos y fáciles. 

Pero su crecimiento en el nivel de vida trae también la ventaja del aumento del consumo en la propia China. Por cierto, el crecimiento de la población de Europa y China en estos 50 años ha sido similar porcentualmente entre ambos espacios geográficos, el 54,2 % en China y el 55,3% en Europa. 

Su crecimiento en PIB es muy alto y aunque por persona sigue siendo claramente inferior en China con 14.000 dólares por persona contra los 33.000 dólares en Europa, ya China es la segunda potencial a nivel mundial, adelantando a Europa.