En la imagen vemos uno de los terrenos más caros del mundo, en una de las ciudades más caras del mundo. Es el centro de New York.
Y sí, es un cementerio, podría ser una plaza, un parque, un espacio comunitario, pero es un lugar de descanso y de reconocer que las ciudades se deben a sus antepasados.
En la misma ciudad, en pleno centro también, existen eso mismo que entendemos más normal: plazas, calles peatonales, inmensos parques, zonas para juegos de niños y adultos.
Está en la avenida de Broadway, junto a Wall Street, en una zona carísima y en donde los jardines y el cementerio ocupan un espacio importante. No es la única ciudad que utiliza un espacio urbano caro para tener conservado un cementerio histórico. En Europa sucede en bastantes ciudades y países.
Las personas necesitan seguir teniendo allí el recuerdo de su historia. Valoran algo imprescindible. Y es que ese espacio no les pertenece a las generaciones actuales sino a las anteriores. Tenga el coste (valor) actual que tenga ese terreno.
Todos nosotros estamos en las ciudades de paso, somos meros transeúntes de la ciudad, donde incluso no garantizamos que vayamos a estar hasta nuestro fallecimiento.
Así que cualquier decisión en urbanismo hay que hacerla con sumo cuidado. Atendiendo a la temporalidad de nuestro paso por el lugar. Nada nos pertenece, y todo debemos cuidarlo y mejorarlo pensando en el futuro, sin olvidarnos del pasado.
Está en la avenida de Broadway, junto a Wall Street, en una zona carísima y en donde los jardines y el cementerio ocupan un espacio importante. No es la única ciudad que utiliza un espacio urbano caro para tener conservado un cementerio histórico. En Europa sucede en bastantes ciudades y países.
Las personas necesitan seguir teniendo allí el recuerdo de su historia. Valoran algo imprescindible. Y es que ese espacio no les pertenece a las generaciones actuales sino a las anteriores. Tenga el coste (valor) actual que tenga ese terreno.
Todos nosotros estamos en las ciudades de paso, somos meros transeúntes de la ciudad, donde incluso no garantizamos que vayamos a estar hasta nuestro fallecimiento.
Así que cualquier decisión en urbanismo hay que hacerla con sumo cuidado. Atendiendo a la temporalidad de nuestro paso por el lugar. Nada nos pertenece, y todo debemos cuidarlo y mejorarlo pensando en el futuro, sin olvidarnos del pasado.