A veces pensar en cosas de política, de sociedad, de los problemas que nos van vendiendo empaquetados para que no sigamos rascando sobre ellos, es complicado. Por eso lo de pensar no está bien visto.
Hay que pensar pero dirigidos, para que no seamos tan libres como para que nos pongamos a pensar por libre. Eso es ya peligroso. Lo curioso es que no detectamos esto.
Lo hacen tan bien, que estamos convencidos que podemos pensar por libre, y es verdad, poder podemos, y que lo que hacemos, en realidad es pensar por libre. El mundo es de los manipuladores listos que logran que no se note su trabajo.